Información para los consumidores

El mejor alimento para un bebé en su primer año de vida es sin duda la leche materna. No importa cuánto hayan luchado los científicos, no han podido elaborar una alimento mejor de lo que ha creado la naturaleza. Por lo tanto, si es posible amamantar al bebé, vale la pena hacerlo. La OMS recomienda amamantar al menos durante los primeros 6 meses de vida del bebé.

Sin embargo, hay casos en los que esto no es posible: no hay leche suficiente o no hay en absoluto, el niño no puede tomar la comida que contiene lactosa. En este caso, el uso de mezclas para niños es aceptable. Pero es importante recordar: ¡la mezcla no debe ser elegida sin consultar a un médico! Si le gustó la publicidad de esta o aquella mezcla, o si sus familiares o amigos lo usan, ¡no transfiera el niño a una nueva mezcla independientemente! Asegúrese de buscar el consejo de su pediatra, quien conoce bien al niño.

Es importante comprender que después de transferir el niño a la mezcla, será difícil y, en algunos casos, imposible recuperar la lactancia materna. Por lo tanto, no lo haga sin necesidad. Con la introducción de comida complementaria parcial con una mezcla, la cantidad de la leche materna puede disminuir. Ya que, el cuerpo de la madre habitualmente produce tanto como bebe el niño. Además, beber de un biberón es más fácil, por lo que el bebé puede negarse a mamar.
También es importante seguir estrictamente las instrucciones para el uso de la mezcla. Cualquier comida para bebés es segura y saludable siempre que la prepare y la use exactamente según las instrucciones. Si se violan las condiciones de almacenamiento de la mezcla o no se usa de acuerdo con las instrucciones, esto incluso puede dañar al bebé.

Si algún punto de las instrucciones no le resulta suficientemente claro, póngase en contacto con nuestros especialistas para obtener la consulta. Si un médico le recomendó una mezcla específica, pregúntele detalladamente. No tenga miedo de hacer preguntas, porque la salud de su hijo puede depender de esto.